Miedo al Miedo

¿Sabes cuántas sonrisas te perdés por dejar que te gane el miedo?

Miedo, miedito, miedote… Por donde te comienzo!!!

Múltiples maneras de nombrarlo como de definirlo, sin embargo generalmente tiende a provocar la misma sensación y reacción. Considero que la dimensión de lo que significa una situación “miedosa” para cada uno es tan personal y única como lo son las huellas digitales.

Hoy desde estas letras quiero compartir al respecto de mi interacción con esta emoción, porque el miedo es una emoción, la más power en mi transitar personal, porque desde mi metro cuadrado lo bueno o “power” no es solo lo que me hace más fuerte sino más FELIZ, y sí que superar o enfrentar mis miedos potencio mi sensación de bienestar, acumulando así millas de recorrido en mi modelo de Felicidad.

Enfrentar miedos referencia siempre un trayecto interesante y evolutivo, es como si marcara la hoja de ruta al crecimiento personal. A veces me sigue pasando que si me imagino que tengo que escalar algo empinado (situación difícil, dolorosa, desagradable) me asusto y automáticamente se activa el miedo. Después me digo, no es cualquier montaña, es “MI MONTAÑA” y le busco el lado, la vuelta, el color, el sabor y lo gestiono y como me suelo decir, aun con miedo y todo lo hago.

Igual que las demás emociones, el miedo se gestiona, no siempre lo queremos hacer, porque por lo general el miedo es tan desagradable que ni lo queremos mirar, y gestionar menos.

Y tal como lo planteo desde el título de este texto, ¿cuántas sonrisas perdiste por dejar que el miedo lidere una situación o un hecho en tu vida? ¿Alguna vez hiciste una lista de miedos, por lo menos para conocerlos? Lo más probable es que no, a veces ni sabemos a qué le tenemos miedo, y vamos por los días y la vida confundiendo miedo con temor, y son respuestas afectivas distintas, correlacionadas, sin embargo distintas.

El miedo es emoción, esa en la cual no queremos que nos suceda algo contrario a lo que deseamos, por su parte el temor es una sensación anímica que nos limita a ejecutar una acción, nos rehusamos porque lo consideramos dañino o peligroso. Es decir, el miedo te detiene y te hace dudar de un logro, que querrías tener, mientras que el temor te paraliza y te hace pensar si lo que harás es lo correcto o no, y por lo general lo evadimos.

Sostengo una creencia personal, en donde crecer y madurar es también ser cada día más responsable de uno mismo, por ende, si soy yo quien tengo miedo y/o temor, soy yo también la única responsable de gestionarlos, nadie me sacará mi temor y mi miedo por arte de magia, pero siempre es opción ejercer magia desde nuestro propio metro cuadrado, haciéndonos cargo.

Tanto la gestión del miedo como la gestión del temor, implica como primera medida aceptarlo. Pues se puede, pero no siempre se quiere. Se quiere, y no todas las veces se puede. Pero cuando se puede y se quiere, cambia el mundo, el propio, y soltar lo que nos limita también es crecer.

Chau miedo, miedito, miedote, a través de vos también crezco, crecí y creceré, anímate a desafiarte, anímate a preservar tus sonrisas antes que tus miedos y temores, te prometo que vale el esfuerzo, no la pena, EL ESFUERZO. 

Atentamente.

ArteSanaMental